lunes, julio 12, 2010

El canal 11 o de como el mercado no siempre tiene la razón o de como el estado hace malas políticas.

Alejo Peralta imaginó a mitad del siglo XX la estación de televisión que sería el canal 11, una frecuencia radial destinada a la mayoría (por la misma naturaleza del medio) pero que no respondía a la demanda popular. Una televisión educativa.

En el año 2002 el antiguo canal 11 cambió su imagen y sus contenidos, se modernizó en apariencia pero continuó con el difícil trabajo de usar la televisión para educar. Para el año 2010 el canal es ya casi irreconocible, tiene una nueva imagen (nueva de la nueva que acabó llamándose Once Tv México) y ha abandonado su vocación educativa, sucumbió a los vaivenes del mercado televisivo. Hoy pueden verse programas con situaciones absurdas, sin nada inteligente que decir, con enfoques burdos y morbo desbordante.

La mutación en Once Tv México, además de inconveniente, fue irracional. En los medios de comunicación una gran cantidad de ingresos son generados por el pago de publicidad, es por eso que se publica o transmite lo que la gente desea: más gente pendiente del medio es más gente pendiente de la publicidad. Once Tv México carece de patrocinadores comerciales, por esa razón el canal podía transmitir programas que generan poco raiting pero son muy edificantes para el alma. La tragedia económica llega a ser diga de Sófocles cuando se cae en cuenta de que la programación que adquiere el canal alcanza cifras importantes que no se ven justificadas ni por ingresos en dinero ni por la calidad del contenido que divulgan. El nuevo canal del IPN es un monumento a la ineficiencia.

La idiosincrasia del país (gustos y preferencias) no puede ser cambiada en el corto plazo para mejorar el nivel educativo y que la demanda de contenidos con calidad se incremente, es la naturaleza del mercado. La idiosincrasia de los directores del canal hace que la intervención del estado tampoco sea una solución.

Estoy seguro que el buen Alejo Peralta estaría poco contento.
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¿Está todo perdido?

Queda esperanza en la televisión educativa mexicana, el canal 22 de CONACULTA se ha renovado para bien, incrementaron el número de televidentes en su sintonía y no ha perdido el espíritu con el que fue fundado. Son ejemplos de su buen trabajo “Ludens”, “Ópera prima”, “La oveja eléctrica”, “La dichosa palabra” y “Esquizofrenia”.