Se rajó o le hicieron rajarse. La semana pasada ante una pregunta de Javier Alatorre acerca de que si el gobierno tenía pensando algún apoyo fiscal para los distintos sectores afectados por la influenza declaró que no, ya que el sistema fiscal mexicano estaba muy bien diseñado para no afectar a la actividad económica por las variaciones en el ingreso.
El día de ayer la Secretaría de Hacienda presentaba un texto donde afirmaba que siempre si iba a tomar medidas fiscales de carácter general (descuentos a las cuotas patronales del IMSS y reducciones en el pago de ISR bajo ciertos lineamientos) y para sectores específicos (hotelería, restaurantes y esparcimiento: reducción de impuestos sobre nómina vía los gobiernos locales; líneas aéreas y embarcaciones marítimas: descuento en distintos derechos; para el sector turismo en general se creará un fondo de promoción con 200 millones de pesos inicialmente). Adicionalmente, se tomarán medidas junto con la banca comercial y la de desarrollo para no afectar la liquidez de las empresas involucradas, además de renegociar plazos, reestructurar deudas y aumentar créditos para algunos sectores específicos.
Superando el hecho de lo curiosa que fue la situación de nuestro secretario de hacienda, observamos que estos estímulos fiscales van orientados a la reducción de costos para mantener la rentabilidad de los negocios y la competitividad internacional. ¿Será suficiente este estímulo fiscal? ¿No sería mejor un plan más agresivo que no solo intente compensar la baja económica por la influenza? ¿Que no solo mantenga las ganancias si no que las acreciente?, por otro lado ¿Qué hay del efecto crowding out? ¿Un estímulo de mayor magnitud le haría un daño irreparable a la economía mexicana?
Espero tratar algunos de estos temas en mis siguientes posts.
El día de ayer la Secretaría de Hacienda presentaba un texto donde afirmaba que siempre si iba a tomar medidas fiscales de carácter general (descuentos a las cuotas patronales del IMSS y reducciones en el pago de ISR bajo ciertos lineamientos) y para sectores específicos (hotelería, restaurantes y esparcimiento: reducción de impuestos sobre nómina vía los gobiernos locales; líneas aéreas y embarcaciones marítimas: descuento en distintos derechos; para el sector turismo en general se creará un fondo de promoción con 200 millones de pesos inicialmente). Adicionalmente, se tomarán medidas junto con la banca comercial y la de desarrollo para no afectar la liquidez de las empresas involucradas, además de renegociar plazos, reestructurar deudas y aumentar créditos para algunos sectores específicos.
Superando el hecho de lo curiosa que fue la situación de nuestro secretario de hacienda, observamos que estos estímulos fiscales van orientados a la reducción de costos para mantener la rentabilidad de los negocios y la competitividad internacional. ¿Será suficiente este estímulo fiscal? ¿No sería mejor un plan más agresivo que no solo intente compensar la baja económica por la influenza? ¿Que no solo mantenga las ganancias si no que las acreciente?, por otro lado ¿Qué hay del efecto crowding out? ¿Un estímulo de mayor magnitud le haría un daño irreparable a la economía mexicana?
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1 comentario:
pues no lo se mauricio pero aqui en british columbia ya hay varios casos de influenza, pero lo q dicen aqui es q una influenza normal es mas fuerte, q este nuevo tipo d influenza no necesita ni hospitalizacion. es un poco contrastant.
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