La versión que acepta:
Hay que reconocer que en muchas áreas de la economía matemática se trabaja a un elevado nivel de abstracción, por lo que difícilmente puede hablarse de una buena aproximación a la realidad. Pero debe recordarse, por una parte, que la economía matemática es una ciencia muy joven, y por otra, que la naturaleza de los fenómenos económicos es tan complicada que incluso para una visión general del problema hay que empezar con grandes abstracciones, y la transición hacia hipótesis más realistas debe llevarse a cabo paso a paso.
Abraham Wald
La versión conciliadora:
Las matemáticas –incluso la más refinada de éstas- son un instrumento necesario, pero sólo un instrumento. Ningún grado de tecnicismo matemático, por más refinado que sea puede sustituir jamás a la intuición, esta inexplicable función que se produce en el cerebro de un gran intelecto que, al mismo tiempo sabe matemáticas y teoría económica en un sentido más ortodoxo y que ha vivido lo suficiente (o, más correctamente, con suficiente intensidad), para acumular experiencia humana y un sentido de las hechos. Esta intuición es un arte, el arte de construir modelos realistas, el arte de hacer abstracciones realistas, el arte en el que sobresalieron hombres tales como Ricardo y Schumpeter.
Ragnar Frisch
La aversión:
Me parece que esta incapacidad de los economistas para guiar la política económica con mayor fortuna se liga estrechamente con su inclinación a imitar, en la mayor medida posible, los procedimientos de las ciencias físicas que han alcanzado éxitos tan brillantes, un intento que en nuestro campo puede conducir directamente al fracaso [. . .] esta actitud científica [. . .] es decididamente anticientífica en el verdadero sentido del término, ya que implica una aplicación mecánica y nada crítica de hábitos de pensamiento a campos distintos de aquellos en que tales hábitos se han formado.
F.A.V. Hayek
¿Con cuál se quedan?
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